Lopressor (metoprolol tartrato) es un betabloqueante cardioselectivo de referencia, diseñado para el manejo farmacológico de la hipertensión arterial, la angina de pecho y la taquicardia. Su mecanismo de acción se centra en el bloqueo de los receptores beta-1 adrenérgicos del corazón, lo que resulta en una reducción de la frecuencia cardíaca, la contractilidad miocárdica y la conducción del nódulo AV. Este perfil lo convierte en un pilar terapéutico para la protección cardiovascular a largo plazo, ayudando a prevenir complicaciones graves como el infarto de miocardio. Su formulación permite un inicio de acción predecible y un perfil de seguridad bien establecido, respaldado por décadas de uso clínico y evidencia científica robusta.

Características

• Principio Activo: Metoprolol tartrato.
• Clase Farmacológica: Betabloqueante cardioselectivo (bloqueante beta-1 adrenérgico).
• Presentaciones Comunes: Comprimidos de 50 mg y 100 mg.
• Biodisponibilidad: Aproximadamente 50% tras administración oral.
• Unión a Proteínas Plasmáticas: Relativamente baja, alrededor del 10%.
• Metabolismo: Hepático, principalmente a través del sistema enzimático CYP2D6.
• Eliminación: Principalmente renal (aproximadamente 95% de los metabolitos inactivos).
• Vida Media: Entre 3 y 7 horas en la mayoría de los pacientes.

Beneficios

• Reduce la Frecuencia Cardíaca: Disminuye la demanda de oxígeno del miocardio, aliviando los síntomas de la angina y mejorando la tolerancia al ejercicio.
• Control de la Hipertensión Arterial: Ayuda a mantener las cifras de presión arterial dentro de rangos objetivo, reduciendo el riesgo de eventos cardiovasculares a largo plazo.
• Protección Post-Infarto: Mejora la supervivencia y reduce la incidencia de isquemia recurrente en pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio.
• Manejo de Arritmias: Eficaz en el control de taquiarritmias supraventriculares y ventriculares.
• Perfil de Seguridad Establecido: Su selectividad beta-1 limita los efectos adversos sobre los receptores beta-2 (pulmonares y vasculares) en comparación con betabloqueantes no selectivos.
• Prevención de la Migraña: Utilizado de forma profiláctica para reducir la frecuencia e intensidad de las migrañas en pacientes seleccionados.

Uso común

Lopressor está indicado para el tratamiento de la hipertensión arterial, ya sea como monoterapia o en combinación con otros antihipertensivos. Se emplea en el manejo de la angina de pecho estable crónica para prevenir episodios de dolor torácico. Es fundamental en el tratamiento a largo plazo tras un infarto agudo de miocardio para reducir la mortalidad y la recurrencia de eventos isquémicos. También se utiliza para el control de la frecuencia cardíaca en taquiarritmias como la fibrilación auricular. Fuera de sus indicaciones cardiovasculares primarias, se prescribe de forma profiláctica para la migraña.

Dosificación y administración

La dosificación debe ser individualizada y siempre iniciada bajo supervisión médica. Para la hipertensión, la dosis inicial suele ser de 50-100 mg una o dos veces al día, pudiendo ajustarse hasta un máximo de 400 mg/día en dosis divididas. En la angina de pecho, la dosis habitual es de 100 mg al día en dos o tres dosis divididas, con ajustes según la respuesta. Tras un infarto de miocardio, el protocolo suele iniciar con 25-50 mg cada 6 horas comenzando dentro de las 12 horas posteriores al evento, transitando luego a un régimen de 100 mg dos veces al día. Para la profilaxis de la migraña, las dosis suelen oscilar entre 50-200 mg/día en dosis divididas. Los comprimidos deben tragarse enteros con un vaso de agua, preferiblemente con las comidas para mejorar la absorción. La administración debe ser a intervalos regulares para mantener una concentración plasmática estable.

Precauciones

Se recomienda monitorizar la frecuencia cardíaca y la presión arterial al inicio del tratamiento y tras cada ajuste de dosis. La retirada del fármaco debe ser gradual (desescalada durante 1-2 semanas) para evitar un efecto rebote que puede manifestarse como hipertensión de rebote, angina inestable o arritmias. Debe usarse con precaución en pacientes con insuficiencia cardiaca compensada, ya que puede precipitar una descompensación; en estos casos, se inicia a dosis muy bajas. Los pacientes con diabetes deben ser monitorizados estrechamente, ya que el metoprolol puede enmascarar los signos de hipoglucemia (como taquicardia) ypotencialmente empeorar la hipoglucemia. Puede exacerbarel síndrome de Raynaud o la enfermedad vascular periférica. Se debe evaluar la función renal y hepática en pacientes con comorbilidades, ya que puede requerirse un ajuste de dosis.

Contraindicaciones

Lopressor está contraindicado en pacientes con shock cardiogénico, bloqueo auriculoventricular de segundo o tercer grado sin marcapasos, síndrome del seno enfermo, bradicardia sintomática (frecuencia cardíaca <45-50 lpm), hipotensión significativa (presión arterial sistólica <90 mmHg), insuficiencia cardiaca descompensada que requiera tratamiento inotrópico intravenoso, y hipersensibilidad conocida al metoprolol o a cualquier componente de la formulación. También se contraindica en el asma bronquial grave o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) descompensada.

Efectos secundarios posibles

Los efectos adversos más comunes están relacionados con su efecto farmacológico e incluyen: bradicardia, hipotensión, mareos, fatiga, cansancio, y manos y pies fríos. Efectos menos frecuentes pueden incluir: disnea o broncoespasmo (especialmente en pacientes susceptibles), insomnio, pesadillas, depresión, náuseas, estreñimiento, diarrea, erupciones cutáneas, y disfunción eréctil. Raramente, puede causar exacerbación de insuficiencia cardiaca, alucinaciones, pérdida de libido, o trombocitopenia. Cualquier efecto adverso debe ser comunicado al médico tratante.

Interacciones medicamentosas

Lopressor presenta numerosas interacciones clínicamente relevantes. La combinación con otros fármacos que deprimen el miocardio o la conducción AV (como verapamilo, diltiazem, digoxina) puede potenciar la bradicardia y el bloqueo AV. Los antiarrítmicos de clase I (como disopiramida, quinidina) pueden aumentar el riesgo de arritmias. Los simpaticomiméticos (como la adrenalina) pueden antagonizar el efecto de Lopressor. Los inhibidores de la CYP2D6 (como fluoxetina, paroxetina, quinidina) pueden aumentar significativamente las concentraciones plasmáticas de metoprolol, potenciando sus efectos y toxicidad. Los inductores enzimáticos (como rifampicina) pueden disminuir su eficacia. La combinación con insulina o hipoglucemiantes orales puede potenciar su efecto hipoglucemiante y enmascarar los signos de alarma. El consumo de alcohol puede potenciar el efecto hipotensor.

Dosis olvidada

Si se olvida una dosis, debe tomarse tan pronto como se recuerde, siempre que no esté cerca de la hora de la siguiente dosis programada. En ese caso, se debe omitir la dosis olvidada y continuar con el horario regular. Nunca se debe duplicar la dosis para compensar la olvidada, ya que esto aumenta el riesgo de bradicardia e hipotensión severas.

Sobredosis

Los signos de sobredosis incluyen bradicardia severa, hipotensión marcada, insuficiencia cardiaca aguda, broncoespasmo, hipoglucemia y pérdida de conciencia. El tratamiento es de soporte e incluye la monitorización continua de signos vitales. La atropina puede utilizarse para revertir la bradicardia. En casos graves, puede ser necesario el uso de glucagón, agonistas beta-adrenérgicos como el isoprenalina (con extrema precaución), o incluso marcapasos transitorio. El carbón activado puede ser útil si la ingestión es reciente. La diálisis no es efectiva debido a la elevada unión proteica del metoprolol.

Almacenamiento

Conservar en su envase original, bien cerrado, a temperatura ambiente (entre 15°C y 30°C), protegido de la luz directa y la humedad. Mantener fuera del alcance y de la vista de los niños. No utilizar después de la fecha de caducidad impresa en el envase. No desechar medicamentos por el desagüe o con residuos domésticos; deben llevarse a un punto SIGRE de la farmacia.

Descargo de responsabilidad

Esta información tiene un carácter exclusivamente informativo y educativo y no sustituye bajo ningún concepto el consejo, diagnóstico o prescripción de un médico o profesional de la salud cualificado. El paciente debe consultar siempre a su médico antes de iniciar, modificar o interrumpir cualquier tratamiento. El uso inapropiado de este medicamento puede ser perjudicial para la salud. La decisión final sobre la idoneidad del tratamiento corresponde siempre al profesional sanitario que evalúa al paciente de forma integral.

Reseñas

“Como cardiólogo, Lopressor ha sido un pilar en mi práctica durante años. Su eficacia en el control de la frecuencia y la protección post-IAM es excepcional. Su perfil de seguridad, especialmente su cardioselectividad, lo hace manejable en una amplia gama de pacientes, aunque requiere una monitorización cuidadosa al inicio.” – Dr. Eduardo Morales, Cardiología. “Tras mi infarto, mi médico me recetó Lopressor. Al principio noté algo de cansancio, pero eso mejoró. Ahora mi presión arterial y mi pulso están controlados y me siento mucho más tranquilo respecto a mi corazón. Sigo las revisiones al pie de la letra.” – Antonio R., paciente. “En nuestra unidad, el protocolo para IAM incluye metoprolol de forma sistemática. La reducción de la mortalidad a largo plazo y la prevención de arritmias malignas están más que demostradas. Es un fármaco fundamental cuyo manejo debemos conocer a la perfección.” – Dra. Carolina Vélez, Medicina Intensiva.